Los tumores que surgen en nuestro cuerpo, en caso de ser malignos, pueden provocar metástasis en el ojo, de hecho se estima que 1 de cada 10 cánceres acaba provocando metástasis en los ojos, y esto es así por el gran número de vasos sanguíneos que hay presentes.
De entre todos los tumores primarios con metástasis, son los de mama y pulmón los que mas suelen producir metástasis en el ojo, afectando principalmente al nervio óptico y la retina, donde partes muy sensible y cruciales para una buena visión.
Puede resultar dramático, pero con frecuencia es a raíz de un problema de visión que el oftalmólogo descubre mediante las pruebas oculares que el paciente en realidad tiene un tumor no diagnosticado que está afectando al ojo.
De hecho, un alto número de pacientes son posteriormente diagnosticados de cáncer de pulmón cuando se les descubrió una metástasis en el ojo durante la exploración oftalmológica. Este tipo de problemas salen a la luz cuando se realiza una exploración de fondo del ojo, como para de una revisión rutinaria.
Puede parecer innecesario, pero las revisiones oculares rutinarias pueden sacar a la luz un amplio abanico de enfermedades, de manera que no solo controlamos la salud ocular, sino que además podemos prevenir o detectar enfermedades que aún no han sido diagnosticadas.
Además las revisiones oculares también sirven para prevenir estos problemas a la inversa, es decir, que suframos un melanoma en el ojo como tumor primario, y en consecuencia nos arriesguemos a sufrir metástasis en otros órganos vitales de nuestro cuerpo.
A partir de los cincuenta años se hace más que recomendable realizar una revisión anual o bienal de nuestra salud ocular, ya que se trata de un exploración rutinaria capaz de detectar enfermedades que si no son tratadas a tiempo pueden hacernos perder la visión e incluso la vida.
0 comentarios