La terapia corneal refractiva es una alternativa para aquellas personas que no desean usar gafas ni lentes de contacto durante el día. Se trata de un tratamiento cuyos efectos son temporales, y que se puede interrumpir sin problema para seguir usando gafas o lentes de contacto.
Para realizar la terapia corneal refractiva es necesario usar unas lentes de contacto mientras dormimos, el primer inconvenientes es que no todo es el mundo puede usar lentes de contacto, por tanto es un tratamiento que debe ser aprobado por un óptico-optometrista.
Lo que consigue la terapia corneal , también conocida como rehabilitación visual con lentes de contacto, es reducir la graduación durante unas horas, y esto lo consigue dando una forma diferente a la córnea. El problema es que con el paso de las horas la córnea va retomando su forma natural, y nuevamente volvemos a ver mal.
Por tanto, estamos hablando de una solución temporal para la miopía y el astigmatismo, y aún así tienes sus limitaciones ya que solo sirve para personas con miopía hasta -6.00 dioptrias, y astigmatismo de hasta -1.75 dioptrias. Tampoco sirve para personas con presbicia o hipermetropía.
En resumen, la terapia corneal refractiva suena bien, pero no es realmente una solución para aquellas personas que quieren dejar de usar lentes de contacto para siempre, de hecho su uso implica los mismos riesgos que usar lentes de contacto normales, y requieren de líquidos de limpieza diarios.
Por último, comentar que las personas que desconfían o sienten miedo del LASIK, en ocasiones se interesan por la terapia corneal refractiva, no obstante, como ya comentamos en el artículo sobre miedo al LASIK, la cirugía láser ocular es un método seguro, permanente y aprobado por organismos públicos sanitarios.
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