Ambliopía por anisometropia

Oftalmología

Publicado: 05/02/2018

La anisometropia es una de las causas más frecuentes de ambliopía u ojo vago. Dicha enfermedad es la primera causa de perdida unilateral de visión en niños de países desarrollados.

La ambliopía anisometrópica ocurre cuando el enfoque de ambos ojos en la retina es muy diferente. Esta anomalía da lugar a síntomas como visión borrosa o doble, así como cefaleas y fatiga ocular.

La ambliopía puede reducir nuestras capacidades visuales: menor agudeza visual, menor agudeza de vernier, menor sensibilidad al contraste en todo nuestro campo visual, etc.

Si el paciente no tiene estrabismo, sus ojos parecerán normales y sanos. Sin embargo su cerebro estará captando imágenes muy diferentes de cada ojo, y puede que con el tiempo descarte la más borrosa, dando lugar a una pérdida de visión unilateral.

Tipos de anisometropia

Existen diversos tipos de anisometropia, a saber: cuando un ojo tiene visión normal, pero el otro padece miopía, hipermetropía o astigmatismo; cuando ambos ojos tienen defecto refractivo pero con distinta graduación; o cuando un ojo tiene miopía y el otro hipermetropía.

La ambliopía por anisometropia puede ocurrir con graduaciones relativamente pequeñas de hipermetropía o astigmatismo. En cambio, en los casos de miopía suele ser necesario mayores diferencias entre ambos ojos para que se desarrolle la ambliopía.

Tratamiento de la ambliopía por anisometropia

El tratamiento de la ambliopía por anisometropia comienza por la anulación de la ventaja del ojo dominante. El oftalmólogo suele prescribir refracción ciclopédica a tiempo completo. Si el niño no tolera este tipo de corrección se puede optar por disminuciones simétricas en la potencia del lente.

Si tras la corrección refractiva hay una ambliopía residual se realiza una penalización. Es decir, vamos a estimular la visión del ojo amblíope y al mismo tiempo dificultamos la visión del ojo dominante. El objetivo es que el cerebro utilice la visión del ojo débil y con el tiempo consiga una buena visión con ambos ojos.

Los oftalmólogos cuentan con diversas técnicas, como pueden ser: colocación de filtros en las lentes (filtro Bangerter), desenfoque refractivo o desenfoque farmacológico (atropina). El tratamiento adecuado lo determinará el oftalmólogo en función de la gravedad del caso.

Muchos niños logran resolver el problema usando gafas, sin necesidad de ocluir la visión con un parche. Pero es cierto que los parches funcionan muy bien con niños pequeños. Aquellos que no cumplen bien con el tratamiento con parche pueden recurrir a los filtros Bangerter si su ambliopía es moderada.

El pronóstico del tratamiento va a depender de la edad en que comenzamos a tratarlo y del tipo de tratamiento. Por lo general estos tratamientos son más efectivos cuando el niño está desarrollando su sistema visual, cuanto más mayores es más difícil lograr un resultado excelente.

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